🌟 Al Agua!
Los primeros pasos suelen ser los más difíciles, ya sea que te hayas anotado en un curso de carpintería para ahorrarte unos mangos o porque sentís que llevás un carpintero innato adentro. O tal vez estás en esa duda eterna sobre si ir o no a una fiesta llena de desconocidos, a la que igual te invitaron. A veces, uno tiende a huir de esos miedos y prefiere quedarse en el rincón de lo seguro, abrazado a una mantita.
Porque, al final, lo importante es no guardarse nada y dejar que las palabras encuentren su propio cauce (o al menos que no se queden atragantadas). Ahí es donde, quizás, nos estamos perdiendo de algo. O quizás no… y no pasa nada. Pero si se puede, ¿por qué no intentarlo?
Después de muchos años, hoy decido saltar a la pileta y empezar este blog. Estoy segura de que saldrán cosas lindas de todo esto, tanto buenas como no tan buenas. Al menos, si me caigo, prometo contarles cómo fue el golpe.